viernes, 12 de septiembre de 2008

Ayer fui a dar un paseo por Dilliss después de sacar mi pasaporte y ahí estaba el chico despachador de librerías más remamila de todos los remamilos, y yo dándole las gracias porque me picha mis nieves de chocobrownie...pero ¡¡¡pammm!!! ¡Qué horrible se siente ir con los 20 pesos en la mano y una sonrisa de idiota y que esté cerrado! "Estamos para servirle por la Guerrero frente a plaza Goya..." y mí que ya me tiene medio entrada el despachador flaquito de nieves de ahí, jeje, en fin. Cosas cotidianas. Luego entra el nervio, el miedito y el decir: Qué bonita mi ciudad. Algún día le haré un poema a la nieve de chocolate...
En fin, el escrito de hoy es para desahogarme un poco respecto a la persona que me movió un poco el panorama. Es de esas personas que no te esperas conocer, que llegas a verlas por primera vez cuando menos lo imaginas... que a pesar de que es posible que nunca pase nada, que te lleva algo de edad y simplemente rompe tus esquemas. Pero sigue sin ser un capricho...¿o no? ¿o si?
Pero no lo es el que me haya despertado la sensualidad dormida...porque sin ella no tocamos, no sentimos, no disfrutamos el olor a cuarto prohibido o al del aliento mañanero, porque eso hasta llega a oler bien si se quiere, pero bueno, ese recuerdo de mañana sin seducción alguna que me hincha el pecho será como combustible alterno y sonrisa durante bastante tiempo.
Así es como llegué a ser vampira sensual. Iremos propagando esta epidemia de sensualidad, de exploración, de energía, aunque esté mal visto por muchos? Yo creo que sí, ni la primera, ni la última soy.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Como el título anterior

Hola, soy nueva en esto de escribir en blogs porque los de otros lugares como que no me hacían sentir como en casa. Como, como, como.....y no paro, hasta que queda uno lleno y ni siquiera saboreé lo que me comí. En fin, abrí este blog por necesidad humana de comunicarme... y es que ahora se lo dejamos todo a la nana cuadrada que nos cuida y apapacha hasta el último de nuestros días de mi futuro.. Cómo olvidar a mi abuela... ella me enseñó a escribir sin faltas de ortografía, bueeeno, hizo lo que pudo, no quiero deshonrrar a la abuela que me lee las cartas, y que me las adivina. Jajaja.



En fin, en estos tiempos me voy de Ciudad Obregón a Boston, donde no se ni qué onda allá.
(Quien haya ido favor de darme consejos)

Es mezcla de nervios, con estrés, con miedo, emociones encontradas y el sentimiento de haber encontrado a alguien que te robó el corazón justo antes de partir... porque no es recíproco (no le di tiempo para conocerme, jeje..)....



Eso fue tierno...ñ_ñ



Andrea Nieblas



ese niño es yo